sábado, 31 de enero de 2015

MUJER DE ORACIÓN

Creo que como mujeres cristianas, uno de nuestros deseos muchas veces es llevar una vida de oración constante o más profunda, pero por alguna extraña razón muchas veces no lo logramos.
Razones o pretextos hay muchos. Si es que somos amas de casa, las tareas son inagotables, si somos mujeres profesionistas o trabajamos fuera de casa, nuestro tiempo se consume rápidamente, si vivimos en la combinación de las anteriores el tiempo nunca nos alcanza.
A veces quisiéramos que el día tuviera más de 24 horas, pero créeme de todas maneras el tiempo seria insuficiente, y es que orar no depende del tiempo, si no de nuestro compromiso con Dios y nuestra capacidad de administrar y priorizar.
En estas pequeñas lecciones te estaré dejando algunos tips y estrategias para que si no llevas una vida de oración, la empieces, y si ya la llevas, esta, pueda mejorar en calidad y profundidad.
A lo largo y ancho la biblia está llena de personajes hombres y mujeres que decidieron llevar una vida de oración. Estoy segura que al haber leído alguna de estos pasajes bíblicos tuviste el deseo de ser como alguno de ellos, pero algo extraño pasa en ti. Esta el querer pero no el hacer. Orar es una disciplina espiritual que necesitamos desarrollar. Dejar de lado unos minutos u horas de sueño no siempre es agradable, apagar la televisión o la computadora no es fácil y encontrar un tiempo y espacio de soledad para estar con nuestro Señor se vuelve muchas veces casi imposible, más si hay niños en casa o si vives en un lugar reducido en donde un cuarto cumple la función  de ser sala-comer-cocina y dormitorio.
Para iniciar en este bello pero difícil camino de la oración te dejo algunas recomendaciones que debes ir tomando en cuenta y preparando.
*      Analiza tus tiempos y propón en tu corazón una parte del día que se te facilite para orar.
*      Has tus planes del día de tal manera que apartes por lo menos 30 minutos para orar. (Esto representa un tiempo estimado para cuando inicias una vida de oración, con el tiempo te darás cuenta que los minutos e inclusive la hora pasa y deseas seguir orando).
*      Trata de estar sola, puede ser cuando tus niños se hayan ido a la escuela, antes de que todos se despierten, o cuando todos se han ido a dormir.
*      Has una pequeña lista de las cosas por las que quieres orar. (Esto te ayudara a no divagar en la oración). Recuerda que no todo es petición.

Al principio tal vez te quedes sin palabras muy pronto, para eso es la lista! Y lo más probable es que te cueste trabajo, nuestra alma desea estar en comunión con nuestro creador, pero nuestro cuerpo carnal se opone. Si y será una lucha constante entre lo que nuestra alma y espíritu desea y lo que nuestro carne quiere. Espero que te mantengas firme, la oración es un hábito que como cristianas debemos tener formado en nuestra vida.
En las publicaciones siguientes estaré compartiendo con ustedes acerca de los benéficos de la oración, como hacer un poco más de tiempo para esta sublime causa, tips para administrar tu tiempo y más.
Con aprecio

Deborah MHM

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