miércoles, 5 de febrero de 2014

NUESTROS PADRES


No escogemos a la familia, mucho menos a los padres, simplemente somo arrojados a la vida, aun que pudiéramos escoger a nuestros padres estoy segura que habría muchas cosas en las que no estaríamos de acuerdo, principalmente porque somos todos seres humanos y no perfectos como quisiéramos. Pero ciertamente los padres nos dan genéticamente toda una carga de información, física y afectiva que va a afectar toda nuestra vida y una vez que nacemos ya sea que hayamos crecido con nuestros padres biológicos o no, empezamos a absorber todo acerca del mundo en que nos rodea empezamos a mamar la educación social, emocional, conductual de parte de nuestros padres.

Cuando somos niños regularmente para la mayoría, los padres son una especie de dioses, que todo   lo saben y todo lo pueden, los que resuelven los problemas y nos hacen sentirnos protegidos, conforme vamos creciendo nos damos cuenta que no todo lo saben, pero siguen siendo nuestros héroes, cuando llegamos a la adolescencia por una extraña razón pensamos que no saben nada de la vida, que son fastidiosos y hasta llegamos a avergonzarnos de ellos, la mayoría de los padres de nuestros amigos nos parecen mejores que los nuestros, y las personas extrañas nos caen mejor que ellos, es un punto en la vida en donde nuestra percepción se distorsiona, una vez que llegamos a la juventud nos damos cuenta que los padres si saben algo o por lo menos mas que nosotros, que cometen errores  pero que también hacen muchas cosas buenas,  una vez adultos nos damos cuenta que nuestros padres saben bastante de la vida aunque no todo, que en muchos aspectos idealizamos a nuestros padres con ideas buenas y malas, y que no son quien pensábamos en años anteriores, cuando eres viejo, te das cuenta que tus padres fueron seres humanos con errores y virtudes que hicieron con nosotros lo mejor que pudieron.

Definitivamente, en la medida en que los hijos crecen van cambiando sus percepciones sobre sus padres, debido a que cambian su propia percepción. 

Lo que nos hace adultos es tener y utilizar la capacidad para autodeterminar nuestro destino, para asumir la responsabilidad de lo que deseamos o no en nuestra vida y para revisar lo que nos obstruye el paso y hacer algo con el fin de cambiarlo.

Al reconsiderar los errores y los aciertos de nuestros padres, los  liberamos de nuestros juicios.
Cerrar los ciclos con nuestros padres es la consecuencia natural de los diferentes pasos de maduración que adquirimos. De alguna forma, cuando una padre o una madre mueren, los hijos somos herederos de su historia y, en la medida en que la llevemos con amor, aquella no termina. Se transfiere de generación en generación haciéndose permanente, enriqueciéndose y eternizandose en cada hijo, nieto y descendiente que honre esa historia.

En el plan perfecto de Dios estuvo siempre la figura de los padres para educar, aunque se que muchas veces los padres no cumplen con sus deberes y responsabilidades, por experiencia clínica se que siempre hay características rescatables de la manera de interactuar de los padres hacia los hijos aunque hayan cometido muchos errores,  tal vez viviste violencia de parte de tu padres, y has internalizado  muchas cosas de ellos que no te gustaron, es muy probable que si tu eres padre hayas empezado a actuar de la misma manera que ellos lo hacían, lo mas seguro es que hayas querido cambiar y después de intentos fallidos te has rendido, pero no todo esta perdido, los ejercicios siguientes te ayudaran a procesar y ver de lejos la educación que tus padres te dieron y una vez que tu puedas verlos y comprender los podrás cambiarlos, siempre digo que los cambios regularmente no son fáciles, pero estoy segura que vale la pena el esfuerzo.

Ejercicios.
  1. Haga una lista de las formas como sus padres o figuras parentales le animaban con sus intereses e inclinaciones.
  2. Elabore una lista de como trataban de corregirlo.
  3. Diseñe una lista de las características mas resaltantes de sus padres y tome conciencia de cuales ha hecho suyas, cuales le gusta y cuales detesta.
  4. Elija algunas características, anécdotas y momentos con los que quiere quedarse y que le sirvan para celebrar su existencia y formas de autosustentacion.
  5. De haber tenido padres destructivos, ausentes  o amenazantes, apóyese en otras figuras parentales que puedan servirle para internalizar mejores estrategias y recursos de autosustentacion.
Querida lectora, recuerda que la educación es muy influyente en los hijos, pero no es determinante en nuestras vidas, gracias a Dios que nos dio una voluntad libre para decidir y cambiar cosas de nuestra educación paternal, que no nos agradan , nos hacen daño o simplemente ya no tienen vigencia para nosotros.

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