jueves, 24 de julio de 2014

LAS HERIDAS Y NUESTRA IDENTIDAD


Es curioso como El Señor Jesús, después de haber muerto en la cruz y de recitar tuvo que mostrar sus heridas para que lo conocieran e identificaran. En El ultimo capitulo de Lucas nos muestra como los discípulos no creían que fuera el, tal vez pensaban que se lo imaginaban, y Jesús tuvo que mostrar sus heridas, diciendo hey miren si soy yo.

Al igual que el Señor Jesús, en lo natural, muchas veces identificamos a la gente por alguna seña en particular, en muchas ocasiones por alguna cicatriz, ¿y que es una cicatriz? Es la señal de que ahí hubo una herida, a veces pequeña, a veces grande.

En el aspecto emocional funciona de la misma manera, pero no todas las personas son capaces de ver la herida o la cicatriz, motivo por el que en muchas ocasiones no entendemos el comportamiento de las personas. Los estudiosos de la salud mental estamos adiestrados para observar el comportamiento humano, y la mayoría de veces podemos ver las heridas emocionales de las personas aunque no sepamos de donde provienen.

He visto a personas que son incapaces de ejercer autoridad con sus hijos, y escuchando sus historias de vida me doy cuenta que traen una herida abierta en el corazón, muchas veces causada por sus padres, que al educarlos los violentaron; así que si uno "toca" esa herida (Al hablar de la educación de sus propios hijos, de la falta de corrección, o de su pasado) les va a doler, y pueden responder de muchas maneras, Diciendo yo no veo ningún problema, creo que lo estoy haciendo bien!; o pueden ponerse a la defensiva, teniendo una mala actitud etc, He visto a personas con problemas de abuso sexual y violación, con algún duelo no resuelto, o aun resolviéndose, personas a quien sus padres la abandonaron, gente humillada desde pequeña. Heridas hay tantas como tantas personas somos en el mundo y la intención no es mencionarlas; solo que nos demos cuenta que estas heridas son parte de nuestra vida, podemos aceptar o esconderlas de la gente, pero al final si tu herida se infecta o sangra no podrás esconderla de los demás y solo estarás engañándote a ti misma.
 Las heridas o cicatrices siempre nos van a contar la historia de donde provienen, la diferencia entre una herida y una cicatriz es que la herida no ha sanado, aun duele, aun sigue sangrando y lo mas probable es que esta abierta y esta puede infectarse en esas condiciones; cuando esta herida ha sanado, queda  un poco abultado el lugar del cierre y se nota que algo paso, pero ya no duele y no puede infectarse mas.

Estas heridas pueden ser una señal emocional que nos identifique, ya sea como un rasgo positivo o como un rasgo negativo que aleje o acerque a las persona de nosotros. La manera en que las heridas nos identifiquen dependerá de nosotros, de que esta sane o se pudra.

Querida hermana y amiga, lo importante no es como te hiciste esa herida, tal vez piensas que es tu culpa, tal vez tengas miedo aun, o tal vez tu herida del corazón fue tan profunda que duele mucho, No se si hayas pasado por un divorcio, la perdida de un ser querido, la perdida de tu empleo, has perdido tu inocencia y ya te diste cuenta que no es lo que querías ni lo que pensabas, no se exactamente que heridas tengas en tu corazón. Solo se que curar una herida puede ser doloroso, pero el beneficio es siempre nuestro. 

Hubo una persona que vivo en esta tierra hace mucho tiempo, fue rechazado por  mucha gente desde su nacimiento, fue perseguido para terminar con su vida, nunca fue rico, trabajo y fue victima de burlas constantes por el como fue concebido, en su vida adulta fue perseguido, cuestionado por hablar la verdad, su reputación la pusieron por los suelos, no suficiente con eso, fue  detenido, azotado, humillado, escupido y sobajado, y después de tantas cosas innombrables fue crucificado, siendo la muerte de cruz la mas dolorosa. Si, te hablo del Señor Jesús, el fue inocente de todo lo que la gente dijo he hizo con el, pero nunca se amargo, porque aprendió a perdonar. Este Señor Jesús de quien te hablo a sufrido y te entiende, en la situación en la que estas. Sabe que heridas hay en tu corazón y sabe sanarlas. No te voy a pedir que perdones, porque tal vez no estas lista para dar ese paso; pero te dejo el primer paso.

Hoy te invito a que si deseas puedas hacer una pequeña oración.
Ahí en donde estas repite estas palabras:

Padre celestial, tu conoces el estado de mi corazón.
Reconozco que me he equivocado al no seguirte como debería, 
te pido que me perdones de mis malas elecciones y de mis malas actitudes, y
te ruego que sanes mis heridas. Sabes que me siento sola, triste, desconsolada,
muchas veces sin esperanza y sin fuerzas,
Te ruego que limpies, sanes y restaures mi corazón,
En el nombre de tu Hijo Jesús te lo pido.
Amen.
(Orar es hablar con Dios, expresarle lo que piensas y deseas, esto es solo una guía, si tu sabes orar, puedes cambiar, omitir lo que desees o construir tu propia oración).

Con Amor
Deborah MHM.

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