Empezando por los ejercicios en que nos quedamos.
- Ahora pronuncie en voz alta dichas características comenzando con la frase "soy..." Por ejemplo, si hubiera escogido a la Madre teresa de calcuta y descrito tres de sus características, como inteligente, humana y desprendida, verbalice la frase de la manera que sigue: "Soy inteligente, humano y desprendido"
- Si hubiera elegido a Hitler como el personaje al que no quiere parecerse, y sus características fueran cruel, injusto y temerario, verbalice la frase, " Soy cruel injusto y temerario.
- Luego repita el ejercicio de verbalizar cada característica con la frase "Soy" y agregue ahora la palabra "Y".
Con base al ejercicio anterior, esto generara una oración como la siguiente: Soy inteligente, cruel, humano, injusto, desprendido y temerario".
Este ejercicio puede hacerte sentir incomodo y de hecho puede que te desagrade, pero sin duda es una herramienta necesaria que deberás utilizar para conciliar y aceptar aquellas características de nuestra persona que nos desagradan o simplemente no aceptamos de nosotros mismos.
Te invito a que hagas el ejercicio si deseas con dos o tres personajes diferentes, veras que buenas cosas aprenderás de ti misma.
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